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Grupo diverso de personas, entre ellas trabajadores de Asprona, personas en silla de ruedas y personas con discapacidad intelectual enfrente de la entrada del museo de Cádiz

VIVIENDAS TUTELADAS

Independencia con apoyo, hogares con corazón.

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En un interior, dos personas bailan con una mano levantada; una mira a la cámara y la otra a la persona frente a ella, mientras más personas bailan al fondo
  • Trabajan o van a centros ocupacionales.
  • Aprenden cosas nuevas según lo que les interesa.
  • Se encargan de las tareas del hogar, como cocinar o limpiar.
  • Disfrutan de su tiempo libre, saliendo o haciendo actividades que les gustan.
  • Tienen días buenos y días no tan buenos, como todas las personas.
En un interior, dos personas bailan con una mano levantada; una mira a la cámara y la otra a la persona frente a ella, mientras más personas bailan al fondo
En una terraza, una persona sentada sonríe mientras muestra una tarrina de helado
  • Las personas se sienten conectadas con otras personas de la entidad.
  • Pueden relacionarse no solo con los compañeros de su vivienda, sino también con personas de otras viviendas.
  • Participan en actividades organizadas por ASPRONA, como ocio, viajes o reuniones.

En ASPRONA, creemos en la dignidad, el respeto y el derecho a una vida plena. Por eso, nuestros servicios están pensados para garantizar que cada persona encuentre en su hogar el acompañamiento y las oportunidades necesarias para construir su propio futuro.

Acompañamiento profesional

Contamos con un equipo de personas educadoras altamente cualificadas, que ofrecen el apoyo necesario en función de las necesidades individuales de cada residente.

Programas personalizados

Diseñamos planes educativos individualizados, adaptados a las características, intereses y metas de cada persona, para potenciar sus capacidades y habilidades en distintos ámbitos.

Fomento de la autonomía

Trabajamos para que cada residente tome sus propias decisiones y se sienta empoderado en cada paso de su camino hacia una vida más independiente.

  • Discapacidad diagnosticada: la persona debe tener una discapacidad intelectual o física, confirmada por un especialista.
  • Edad mínima: ser mayor de 18 años y necesitar un lugar diferente al actual para vivir.
  • Grado de discapacidad: tener un certificado que indique un grado de discapacidad de al menos el 33%.
En un interior, dos personas bailan con una mano levantada; una mira a la cámara y la otra a la persona frente a ella, mientras más personas bailan al fondo
En una terraza, una persona sentada sonríe mientras muestra una tarrina de helado
  • Dónde vive actualmente.
  • Su forma de relacionarse con otras personas.
  • Cómo podría adaptarse a la nueva vivienda.
Las viviendas tuteladas suelen estar en zonas urbanas. Esto es importante porque así las personas que viven en ellas pueden:

 

  • Llegar fácilmente a servicios básicos como tiendas, centros de salud o actividades.
  • Usar medios de transporte público de forma cómoda.
  • Además, estar en lugares accesibles facilita que los supervisores y las organizaciones de apoyo puedan visitarlas regularmente.
Para garantizar una vida cómoda y autónoma las viviendas también están conectadas a servicios básicos como:

 

  • Agua potable.
  • Electricidad.
  • Internet.

Mínimo:

4 personas

Máximo:

7 personas

En un interior, dos personas bailan con una mano levantada; una mira a la cámara y la otra a la persona frente a ella, mientras más personas bailan al fondo
En un interior, dos personas bailan con una mano levantada; una mira a la cámara y la otra a la persona frente a ella, mientras más personas bailan al fondo

22 hombres residen en 4 viviendas

4 mujeres viven en una vivienda dedicada exclusivamente a ellas

  • Aumenta la motivación: vivir en un entorno que promueve la autonomía y el desarrollo personal refuerza la motivación de los residentes.
  • Reduce la sensación de soledad: la convivencia en las viviendas tuteladas de ASPRONA facilita la interacción social, disminuyendo la soledad.
  • Fomenta la empatía y el respeto mutuo: compartir el hogar con otros residentes enseña a convivir, promoviendo la empatía y el respeto mutuo.
En un interior, dos personas bailan con una mano levantada; una mira a la cámara y la otra a la persona frente a ella, mientras más personas bailan al fondo
En una terraza, una persona sentada sonríe mientras muestra una tarrina de helado
  • Incremento de la independencia personal: Los residentes de las viviendas tuteladas de ASPRONA desarrollan habilidades que les permiten una mayor autonomía en su vida diaria.
  • Mejora en la calidad de vida familiar: La autonomía alcanzada por los residentes aligera la carga de sus familias, mejorando su bienestar general.
  • Participación activa en la sociedad: Al sentirse valorados y empoderados, los residentes contribuyen de manera significativa en actividades comunitarias.
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